Una tarjeta revolving es un tipo de tarjeta de crédito que permite a los usuarios realizar pagos parciales de sus saldos pendientes, con la opción de llevar el saldo restante a los meses siguientes. A diferencia de las tarjetas de crédito tradicionales, donde se espera que pague el saldo completo cada mes o enfrentes intereses sobre el saldo total, las tarjetas revolving ofrecen la flexibilidad de realizar pagos mínimos y extender el pago del saldo pendiente.

La característica principal de una tarjeta revolving es la posibilidad de hacer pagos mínimos mensuales que generalmente son un porcentaje del saldo total. Sin embargo, si decide realizar solo el pago mínimo, el saldo restante se acumula y genera intereses. Esto significa que puede terminar pagando intereses significativos sobre el saldo pendiente. Aunque las tarjetas revolving ofrecen flexibilidad en los pagos, también pueden ser arriesgadas para los usuarios, ya que los intereses acumulados pueden resultar en deudas considerables si no se manejan con cuidado. En algunos casos, las tasas de interés de las tarjetas revolving pueden ser relativamente altas e incluso abusivas, lo que lleva a preocupaciones sobre prácticas financieras justas y transparentes.